Un tribunal de Polonia dictaminó que un corresponsal de guerra español, acusado de espiar para Rusia, deberá permanecer en prisión preventiva por un segundo período de tres meses, sin derecho a defensa ni a ver a su familia.
Pablo González, de nacionalidad española y rusa, está recluido en una prisión polaca a unos 400 kilómetros de Varsovia desde febrero acusado de espiar para Moscú. Él niega las acusaciones.
Según la legislación polaca, podría permanecer detenido de manera preventiva hasta por un año y si es declarado culpable de espionaje, podría ser encarcelado hasta por 10 años.
El abogado español Gonzalo Boye, quien representa a González, lamentó en declaraciones a la Voz de América que al periodista “no se le ha permitido ningún contacto con su familia ni con su abogado.”